Al menos 90 personas murieron en ataques aéreos registrados este fin de semana, en el norte y el noroeste de Siria, denunció un grupo promotor de los derechos humanos para ese país.
El aumento de la violencia se produjo horas después de que Estados Unidos y Rusia anunciaran un nuevo plan para el alto el fuego en Siria.
Los bombardeos afectaron zonas controladas por los rebeldes en Idlib y Aleppo, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.
Los peores ataques fueron en Idlib, donde al menos 61 personas murieron y más de 100 resultaron heridas. El objetivo fue un mercado, aseguró a CNN un activista que fue testigo del bombardeo y sus consecuencias.
La fuente, que pidió ser identificado como Omar por razones de seguridad, dijo que estaba en Idlib para cubrir la atmósfera que se vivía en la ciudad un día antes de la fiesta de Eid al-Adha.
"Escuchamos un sonido silbante y luego las explosiones", dijo Omar. Los aviones llegaron alrededor de 12:30 pm, hora local, agregó.
"Dos o tres cohetes cayeron en medio del mercado. Dejamos el coche en el que estábamos y nos dirigimos hacia el lugar de la explosión", narró Omar.
Según el testigo, los equipos de Defensa Civil de Siria no pudieron llegar al sitio rápidamente debido a los cierres de las carreteras.
"Hemos llevado a 30 personas muertas desde el lugar y trasladamos otros 40 heridos. Con lesiones de diversas índole", agregó el testigo.
Omar dijo que los hospitales de campaña se vieron desbordados.
Los ataques aéreos se produjeron a horas del programado cese el fuego que entrará en vigor en el ocaso del lunes.
El régimen sirio anunció el sábado su apoyo al acuerdo para el cese de las hostilidades, según la televisión estatal.
Fuente/cnnespanol.cnn.com