Publicado: 22 Junio 2014 | 12:04 a.m
El chikungunya es un virus transmitido por los mismos mosquitos que transmiten el dengue. Su nombre deriva de una palabra en idioma Makonde, de Tanzania, que significa “aquel que se encorva”
Históricamente las epidemias de CHIK se presentaban en ciclos epidémicos cada 4 ó 30 años, pero desde el año 2004 el CHIKV se ha expandido mundialmente provocando epidemias sostenidas de magnitud sin precedentes en Asia y África.
En diciembre 2013 se detectó por primera vez la transmisión autóctona del virus chikungunya en las Américas. Desde entonces y hasta el 17 de mayo del 2014 (semana 20), se han notificado a la OPS/OMS, 61.864 casos sospechosos, 4.356 casos confirmados y 13 fallecidos.
El virus ya tiene transmisión autóctona en: Anguila, Antigua y Barbuda, Dominica, Guadalupe, Guayana Francesa, Haití, Islas Vírgenes Británicas, Martinica, República Dominicana, Saint Kitts y Nevis, San Bartolomé, San Martín (parte francesa), San Vicente y las Granadinas, Santa Lucia y Sint Maarten (parte holandesa).
Desde el momento de esta alerta internacional y considerando que esta enfermedad es desconocida en la Región de las Américas, el Ministerio del Poder Popular para la Salud difundió información técnica en el Sistema Único de Salud Pública y dotó al Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel” de las técnicas y reactivos para la detección del virus Chikungunya.
Así mismo, considerando que el Chikungunya es transmitido por los mismos mosquitos del Dengue, desde febrero de 2014 se incorporó como una actividad de Gobierno de Calle, la eliminación de criaderos de Aedes aegypti en las principales comunidades con probada circulación del virus del Dengue.
Desde el 7 de abril el Ministerio del Poder Popular para la Salud mantiene la campaña comunicacional “Al mosquito ni agua” por todos los medios posibles, y coordina con el Ministerio del Poder Popular para la Educación, la realización de tareas escolares para la prevención del Dengue y otros eventos sanitarios.
Datos sobre la Fiebre Chikungunya:
Los humanos son el reservorio principal del CHIKV durante los periodos epidémicos. En periodos interepidémicos, diversos vertebrados han sido implicados como reservorios potenciales, incluyendo primates no humanos, roedores, aves y algunos mamíferos pequeños.
Períodos de incubación: Los mosquitos adquieren el virus a partir de un hospedador virémico. Después de un periodo promedio de incubación dentro del mosquito (extrínseca) de 10 días, el mosquito es capaz de transmitir el virus a una persona susceptible.
En los humanos picados por un mosquito infectado, los síntomas de enfermedad aparecen generalmente después de un periodo de incubación intrínseca de tres a siete días. Se cree que una vez expuestos al CHIKV, los individuos desarrollan inmunidad prolongada que los protege contra la reinfección.
Clínica: el virus CHIK causa una fiebre asociada con artralgia/artritis (87%), dolor de espalda (67%) y cefalea (62%). Los tobillos, las muñecas y las articulaciones de la mano son las más afectadas.
También puede afectar la rodilla, hombro y columna vertebral. El rash aparece entre dos a cinco días después del inicio de la fiebre, es típicamente maculopapular e incluye tronco y extremidades. No se observan hallazgos hematológicos patognomónicos significativos.
Después de los primeros 10 días, la mayoría de los pacientes sentirá una mejoría en su estado general de salud y del dolor articular. Sin embargo, posteriormente puede ocurrir una reaparición de los síntomas reumáticos.
El CHIKV puede afectar a mujeres y hombres de todas las edades. Sin embargo, se considera que la presentación clínica varia con la edad, los neonatos y los ancianos son más propensos a desarrollar formas más graves. Además de la edad, se han identificado las comorbilidades (enfermedades subyacentes) como factores de riesgo para una evolución desfavorable.
La Fiebre CHIK puede presentarse de forma atípica o puede coexistir con otras enfermedades infecciosas como el dengue.
Ambas enfermedades pueden ocurrir al mismo tiempo en un mismo paciente. En la CHIK rara vez se observan shock o hemorragia severa; el inicio es más agudo y la duración de la fiebre es mucho menor. En la CHIK el rash maculopapular también es más frecuente que en el dengue.
Para el diagnostico de CHIK se utilizan tres tipos principales de pruebas: aislamiento viral, reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa reversa (RT-PCR) y serología. Las muestras tomadas durante la primera semana del inicio de los síntomas deben analizarse por métodos serológicos (ELISA para la detección de inmunoglobulina M [IgM] y G [IgG]) y virológicos (RT-PCR y aislamiento).
Las muestras deben ser tomadas de casos sospechosos, definidos como: “Paciente con inicio de fiebre aguda >38,5 °C y artralgia grave o artritis no explicada por otra condición médica, que reside en o ha visitado áreas epidémicas o endémicas entre las dos semanas previas al inicio de los síntomas”.
- Tipo de muestra: Suero
- Fase aguda: Hasta 8 días tras el inicio de síntomas.
- Fase convaleciente: 10 – 15 días tras el inicio de síntomas.
Tratamiento: No existe tratamiento específico ni vacuna para prevenir la infección por CHIKV. Hasta que se desarrolle una vacuna, el único medio efectivo para su prevención consiste en proteger a los individuos contra las picaduras del mosquito.
El tratamiento sintomático y de soporte incluye reposo, hidratación oral y el uso de acetaminofén o paracetamol para el alivio de la fiebre.
Cuando se descarta el Dengue, está indicado el ibuprofeno, naproxeno o algún otro agente antiinflamatorio no esteroideo (AINE) para aliviar el componente artrítico de la enfermedad. No se aconseja el uso de aspirina. En fases crónica y AINE resistentes se indican corticoesteroides.
La única herramienta disponible para prevenir la infección es la reducción del contacto humano-vector. Los vectores primarios del CHIKV son A. aegypti y A. albopictus.
Protección personal:
Uso de repelentes personales sobre la piel o la ropa.
Los niños pequeños y otras personas que duermen o descansan durante el día deben usar mosquiteros para evitar la infección transmitida por A. aegypti y A. albopictus, ya que ambos mosquitos pican durante el día.
Los individuos potencialmente infectados con CHIKV deben descansar protegidos por mosquiteros.
También se recomienda el uso de ropas que cubran la mayor área corporal posible.
Vigilancia Epidemiológica y Prevención.
Para responder a la introducción del CHIK en la República Bolivariana de Venezuela, se debe intensificar las acciones para la vigilancia y prevención del dengue.
Para ello se cuenta con Programa de Control de Aedes aegypti y Prevención del Dengue, cuyo éxito depende de la participación intersectorial de todos los niveles del gobierno y de los organismos de salud, educación, ambiente, vivienda y turismo, así como de las comunidades organizadas, consejos comunales y comités de salud.
Cuando una persona presenta síntomas fiebre, dolores musculares y/o articulares y erupción cutánea debe acudir al centro de salud más cercano.
Sí el médico(a) sospecha Dengue o Chikungunya, indicará el tratamiento respectivo, anota la dirección de residencia del (la) paciente e informará inmediatamente al servicio de epidemiología de su jurisdicción.
El servicio de epidemiología avisará inmediatamente al servicio de control de vectores y acudirá a la residencia del (la) enferma para tomar muestras de sangre que enviará al laboratorio de referencia para la confirmación diagnóstica de Dengue o Chikungunya.
En las siguientes 48 horas el servicio de control de vectores enviará una cuadrilla de fumigadores para eliminar formas adultas y larvas de mosquitos Aedes, en la vivienda del (la) paciente y en las casas ubicadas en un radio de 200 metros alrededor de la vivienda del paciente.
Mientras llega la cuadrilla de fumigación, los familiares del (la) enfermo(a) deben protegerlo de las picadas de mosquitos con repelentes y mosquiteros, y pueden fumigar con insecticidas comerciales el interior de la vivienda, especialmente sitios oscuros, húmedos y frescos como closet, escaparates, baños, materos y habitaciones usadas como depósito.
De manera permanente y en presencia o ausencia de transmisión de Dengue o Chikungunya en su comunidad, los comités de salud, consejos comunales u otras organizaciones populares coordinarán con el centro de salud público de su jurisdicción, los centros educativos y la Alcaldía respectiva, actividades de eliminación de criaderos de Aedes aegypti.
La eliminación de criaderos de Aedes aegypti se basa en tapar herméticamente los depósitos de agua de consumo humano que se disponen por racionamiento del vital líquido, y eliminar o proteger de la lluvia aquellos objetos acumulados en los alrededores de las viviendas.
Dengue.
El dengue se transmite a través de la picadura de un mosquito de la especie Aedes infectado por alguno de los cuatro virus del dengue. La enfermedad afecta a habitantes de zonas tropicales y subtropicales. Los síntomas aparecen transcurridos entre 3 y 14 días tras la picadura infecciosa. La enfermedad se manifiesta como un síndrome febril y afecta a lactantes, niños pequeños y adultos.
Los síntomas varían, desde una fiebre moderada hasta una fiebre alta incapacitante con cefaleas intensas, dolor retroobitario, dolor muscular y articular, y exantema. No existen fármacos antivíricos específicos contra el dengue. Es importante mantener al paciente hidratado. No se recomienda la utilización de ácido acetilsalicílico (por ejemplo aspirina) o antinflamatorios no esteroideos (por ejemplo ibuprofeno).
El dengue hemorrágico (fiebre, dolor abdominal, vómitos, hemorragia) es una complicación potencialmente mortal que afecta principalmente a los niños. El diagnóstico temprano y una buena atención clínica a cargo de médicos y enfermeras con experiencia aumentan la supervivencia de los pacientes.
Dengue y dengue hemorrágico
Datos y cifras
El dengue es una infección vírica transmitida por mosquitos.
La infección causas síntomas gripales y en ocasiones evoluciona hasta convertirse en un cuadro potencialmente mortal llamado dengue grave.
En las últimas décadas ha aumentado enormemente la incidencia de dengue en el mundo.
Alrededor de la mitad de la población del mundo corre el riesgo de contraer esta enfermedade.
El dengue se presenta en los climas tropicales y subtropicales de todo el planeta, sobre todo en las zonas urbanas y semiurbanas.
En algunos países asiáticos y latinoamericanos el dengue grave es causa de enfermedad y muerte en los niños.
No hay tratamiento específico del dengue ni del dengue grave, pero la detección oportuna y el acceso a la asistencia médica adecuada disminuyen las tasas de mortalidad por debajo del 1%.
La prevención y el control del dengue dependen exclusivamente de las medidas eficaces de lucha antivectorial.
El dengue es una infección transmitida por mosquitos que se presenta en todas las regiones tropicales y subtropicales del planeta. En años recientes, la transmisión ha aumentado de manera predominante en zonas urbanas y semiurbanas y se ha convertido en un importante problema de salud pública.
El dengue grave (conocido anteriormente como dengue hemorrágico) fue identificado por vez primera en los años cincuenta del siglo pasado durante una epidemia de la enfermedad en Filipinas y Tailandia. Hoy en día, afecta a la mayor parte de los países de Asia y América Latina y se ha convertido en una de las causas principales de hospitalización y muerte en los niños de dichas regiones.
Se conocen cuatro serotipos distintos, pero estrechamente emparentados, del virus: DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4. Cuando una persona se recupera de la infección adquiere inmunidad de por vida contra el serotipo en particular. Sin embargo, la inmunidad cruzada a los otros serotipos es parcial y temporal. Las infecciones posteriores causadas por otros serotipos aumentan el riesgo de padecer el dengue grave.
Carga mundial de dengue
En las últimas décadas ha aumentado enormemente la incidencia de dengue en el mundo. Más de 2500 millones de personas —más del 40% de la población mundial— están en riesgo de contraer el dengue. La OMS calcula que cada año se producen entre 50 millones y 100 millones de infecciones por el virus del dengue en el mundo.
Antes de 1970, solo nueve países habían sufrido epidemias de dengue grave. Sin embargo, ahora la enfermedad es endémica en más de 100 países de las regiones de África, las Américas, el Mediterráneo Oriental, Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental. Las regiones más gravemente afectadas son el Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental.
En 2008, en las regiones de las Américas, Asia Sudoriental y Pacífico Occidental se registraron en conjunto más de 1,2 millones de casos, y en 2010, más de 2,3 millones (según datos oficiales presentados por los países miembros a la OMS). En fecha reciente el número de casos notificados ha seguido aumentando. En 2013, se notificaron 2,35 millones de casos tan solo en la Región de las Américas; 37 687 de ellos fueron de dengue grave.
Además de que el número de casos aumenta a medida que la enfermedad se propaga a nuevas zonas, se están produciendo brotes epidémicos de carácter explosivo. Europa ya se enfrenta con la posibilidad de brotes de dengue y la transmisión local de la enfermedad se notificó por vez primera en Francia y Croacia en 2010, y se detectaron casos importados en otros tres países europeos. En 2012, un brote de dengue en el archipiélago de Madeira (portugal) ocasionó más 2000 casos, y se registraron casos importados en otros 10 países europeos, además de Portugal continental.
En 2013 ha habido casos en Florida (Estados Unidos de América) y la provincia de Yunnan (China). Además, el dengue sigue afectando a varios países de América Central, especialmente Honduras, Costa Rica y México. En Asia se ha notificado un aumento del número de casos al cabo de varios años en Singapur, y también se han notificado casos en Laos. Las tendencias observadas en 2014 indican un aumento del número de casos en Fiji, las Islas Cook, Malasia y Vanuatu, y que el virus del dengue de tipo 3 (DEN 3) está afectando a los países insulares del Pacífico tras un periodo de 10 años.
Cada año, unas 500 000 personas que padecen dengue grave —niños en una gran proporción— necesitan hospitalización. Aproximadamente un 2,5% fallecen.
Transmisión
El vector principal del dengue es el mosquito Aedes aegypti. El virus se transmite a los seres humanos por la picadura de mosquitos hembra infectadas. Tras un periodo de incubación del virus que dura entre 4 y 10 días, un mosquito infectado puede transmitir el agente patógeno durante toda la vida.
Las personas infectadas son los portadores y multiplicadores principales del virus, y los mosquitos se infectan al picarlas. Tras la aparición de los primeros síntomas, las personas infectadas con el virus pueden transmitir la infección (durante 4 o 5 días; 12 días como máximo) a los mosquitos Aedes.
El mosquito Aedes aegypti vive en hábitats urbanos y se reproduce principalmente en recipientes artificiales. A diferencia de otros mosquitos, este se alimenta durante el día; los periodos en que se intensifican las picaduras son el principio de la mañana y el atardecer, antes de que oscurezca. En cada periodo de alimentación, el mosquito hembra pica a muchas personas.
Aedes albopictus, vector secundario del dengue en Asia, se ha propagado al Canadá, los Estados Unidos y Europa debido al comercio internacional de neumáticos usados (que proporcionan criaderos al mosquito) y el movimiento de mercancías (por ejemplo, el bambú de la suerte). Ae. albopictus tiene una gran capacidad de adaptación y gracias a ello puede sobrevivir en las temperaturas más frías de Europa. Su tolerancia a las temperaturas bajo cero, su capacidad de hibernación y su habilidad para guarecerse en microhábitats son factores que propician su propagación.
Características
El dengue es una enfermedad de tipo gripal que afecta a bebés, niños pequeños y adultos, pero raras veces resulta mortal.
Se debe sospechar que una persona padece dengue cuando una fiebre elevada (40 °C) se acompaña de dos de los síntomas siguientes: dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los globos oculares, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, agrandamiento de ganglios linfáticos o salpullido. Los síntomas se presentan al cabo de un periodo de incubación de 4 a 10 días después de la picadura de un mosquito infectado y por lo común duran entre 2 y 7 días.
El dengue grave es una complicación potencialmente mortal porque cursa con extravasación de plasma, acumulación de líquidos, dificultad respiratoria, hemorragias graves o falla orgánica. Los signos que advierten de esta complicación se presentan entre 3 y 7 días después de los primeros síntomas y se acompañan de un descenso de la temperatura corporal (menos de 38 °C) y son los siguientes: dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, respiración acelerada, hemorragias de las encías, fatiga, inquietud y presencia de sangre en el vómito. Las siguientes 24 a 48 horas de la etapa crítica pueden ser letales; hay que brindar atención médica para evitar otras complicaciones y disminuir el riesgo de muerte.
Tratamiento
No hay tratamiento específico para el dengue.
En caso de dengue grave, la asistencia prestada por médicos y enfermeras que tienen experiencia con los efectos y la evolución de la enfermedad puede salvar vidas y reducir las tasas de mortalidad de más del 20% a menos del 1%. Es decisivo mantener el volumen de los líquidos corporales.
Inmunización
No hay vacuna que proteja contra el dengue. Ha sido difícil obtener una vacuna contra el dengue, pero en fecha reciente se han logrado algunos adelantos. La OMS brinda asistencia técnica y orientación a los países y asociados privados para apoyar las investigaciones y evaluaciones en torno a una vacuna. Varias vacunas candidatas se encuentran en ensayos de diversas fases.
Prevención y control
Hoy por hoy, el único método para controlar o prevenir la transmisión del virus del dengue consiste en luchar contra los mosquitos vectores:
evitar que los mosquitos encuentren lugares donde depositar sus huevecillos aplicando el ordenamiento y la modificación del medio ambiente;
eliminar correctamente los desechos sólidos y los posibles hábitats artificiales;
cubrir, vaciar y limpiar cada semana los recipientes donde se almacena agua para uso doméstico:
aplicar insecticidas adecuados a los recipientes en que se almacena agua a la intemperie;
utilizar protección personal en el hogar, como mosquiteros en las ventanas, usar ropa de manga larga, materiales tratados con insecticidas, espirales y vaporizadores;
mejorar la participación y movilización comunitarias para lograr el control constante del vector;
durante los brotes epidémicos, las medidas de lucha antivectorial de emergencia pueden incluir la aplicación de insecticidas mediante el rociamiento.
Se debe vigilar activamente los vectores para determinar la eficacia de las medidas de control.
Respuesta de la OMS
En su respuesta al dengue, la OMS:
apoyo técnico y orientación a los países y para el control eficaz de las epidemias de dengue;
apoya a los países para que confirmen los brotes por medio de la red de laboratorios colaboradores;
ayuda a los países a mejorar sus sistemas de notificación y a determinar la vedadera carga de morbilidad del dengue;
junto con algunos de sus centros colaboradores ofrece capacitación sobre el tratamiento clínico, el diagnóstico y la lucha antivectorial en el plano regional;
formula estrategias y políticas basadas en datos científicos;
apoya la elaboración de instrumentos nuevos como productos insecticidas y la tecnología para su aplicación;
reúne los registros oficiales de dengue y dengue grave de más de 100 países miembros;
publica periódicamente directrices y manuales para la prevención y el control del dengue que distribuye a los Estados Miembros.
¿Qué es el dengue y cómo se trata?
El dengue es una infección vírica transmitida por la picadura de las hembras infectadas de mosquitos del género Aedes. Hay cuatro serotipos de virus del dengue (DEN 1, DEN 2, DEN 3 y DEN 4).
Los síntomas aparecen 3–14 días (promedio de 4–7 días) después de la picadura infectiva. El dengue es una enfermedad similar a la gripe que afecta a lactantes, niños pequeños y adultos.
No hay ningún tratamiento específico contra el dengue. El dengue grave es una complicación potencialmente mortal, pero su diagnóstico clínico precoz y una atención clínica cuidadosa por personal médico y de enfermería experimentado suele salvar la vida de los pacientes.
Más del 70% de la carga de morbilidad por esta enfermedad se concentra en Asia Sudoriental y en el Pacífico Occidental. En los últimos años, la incidencia y la gravedad de la enfermedad han aumentado rápidamente en Latinoamérica y el Caribe. En las regiones de África y el Mediterráneo Oriental también se han registrado más brotes de dengue en los últimos 10 años. En 2010 se notificó la transmisión indígena del dengue en dos países de Europa.
Al aumento mundial del dengue han contribuido la urbanización, los movimientos rápidos de personas y bienes, las condiciones climáticas favorables y la falta de personal capacitado.
SSN NEWS
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