Por qué nos duelen los dientes y la cabeza cuando comemos algo frío

Publicado: 30 de Mayo de 2018 | 11:30 p.m
Es un día caluroso y lo que más se te antoja es algo helado para reducir esos bochornos; entonces, decides ir por una nieve de limón, y cuando la pruebas, sientes un fuerte dolor de dientes que impide incluso tu movimiento, pero, ¿por qué duelen los dientes cuando comemos algo frío?

Ese dolor tan molesto que sientes cuando tomas algo frío, se debe a la sensibilidad de los dientes. Debajo del esmalte de los dientes, tenemos una capa llamada dentina, en la cual se encuentran los canales que conducen al centro de cada diente, en donde se encuentra el nervio.

Cuando esta capa está desgastada, el diente queda expuesto y es más fácil que lo que consumimos llegue al nervio; queda vulnerable ante sustancias muy calientes o muy frías.

De acuerdo con un estudio publicado por University of Pennsylvania School of Dental Medicine Philadelphia, para estos casos, se recomienda utilizar benzocaína, para aliviar los dolores.

Es una sustancia que anestesia localmente y alivia el dolor. Es importante mencionar que este anestésico local solamente se recomienda como uso momentáneo para reducir la molestia; pero es indispensable acudir con el odontólogo para que revise realmente el daño de los dientes.

Recomendaciones para dientes sensibles:


- Cepillar tus dientes con un cepillo de cerdas suaves

- Para complementar tu limpieza, utiliza enjuague bucal para dientes sensibles

- Evitar consumir helados, paletas heladas o cualquier alimento congelado

- No consumir dulces

- Evitar goma de mascar

- Eludir bebidas o comida muy calientes

Ahora sabes que el dolor de dientes al consumir algo frío, puede deberse a la sensibilidad dental, si esto es algo que te sucede frecuentemente, debes acudir con tu dentista para que te brinde tratamiento y te olvides de estas molestias.

Por qué nos duele la cabeza cuando comemos algo frío


Uno de los mejores postres jamás inventados, el helado, puede provocar un dolor de cabeza intensísimo.

Se conoce también como "cerebro congelado" y los estudios calculan que una de cada tres personas la sufrió alguna vez.

Hace años que se sabe de la afección, pero sus causas siguen siendo tema de debate.

La primera mención escrita al dolor de cabeza del helado data de 1939.

"La nariz y la punta de los dedos se vuelven insensibles, y si no frotas la frente terminas sufriendo lo que llamamos el dolor de cabeza del helado", escribió Rebecca Timbres en la obra We Didn’t Ask Utopia: A Quaker Family in Soviet Russia ("No pedimos utopía: una familia cuáquera en la Rusia soviética").

Y aunque es materia de discusión médica desde al menos 1850, no fue considerada afección hasta 1988.

Fue entonces cuando la Sociedad Internacional del Dolor de Cabeza (International Headache Society) la reconoció formalmente, y la denominó "cefalea por estímulo frío".

Para la tercera revisión de la Clasificación internacional de cefaleas, publicada por la organización benéfica en 2013, un grupo de investigadores llegaron a la conclusión de que el dolor comienza al aplicar un estímulo frío tanto en la cabeza como en la boca, y desaparece poco después de retirar la substancia.

Sphenopalatine ganglioneuralgia

Lo más común es que el dolor se sienta justo debajo de la frente, pero también puede tener el foco cerca de los oídos o bajo los ojos.

Pero sea cual sea su ubicación, la cefalea del helado es siempre "intensa, poco duradera y punzante", según el documento.

Y como cualquiera que la haya sufrido puede confirmar, no es una sensación agradable.

Como con frecuencia está asociado al paladar, su nombre científico es sphenopalatine ganglioneuralgia, lo que literalmente significa "neuralgia del ganglio esfenopalatino".

Ese ganglio se encarga de transmitir sensaciones desde la parte superior de la boca hasta la cabeza.

Se cree que el dolor es la consecuencia de la dilatación y la constricción de los vasos sanguíneos en respuesta a un estímulo frío.

Al detectar el frío, nuestros cuerpos pueden reaccionar enviando como antídoto una gran cantidad de sangre caliente hacia el cerebro.

Y este cambio en el flujo sanguíneo podría ser el responsable del dolor.

¿Un tipo de migraña?

En los primeros intentos para entender el dolor de cabeza causado por el helado, los investigadores sugirieron que podía ser un subtipo de las migrañas, ya que ambas afecciones incluyen respuestas alteradas al estímulo sensorial.

De acuerdo a aquellos primeros estudios, el patrón de dilatación y constricción de los vasos sanguíneos que tiene lugar durante la cefalea estimulada por el frío podría explicar un tipo particular de migraña.

Mientras, otros expertos argumentaron que es una variedad de "dolor referido", fenómeno por el que el dolor no se siente en el lugar en el que se aplica el estímulo, sino en otro.

Más allá de estas teorías, los expertos aún no tienen clara la relación entre el dolor de cabeza del helado y las migrañas, aunque reconocen su existencia.

En 2001 el neurólogo Peter Mattson, del Hospital Universitario de Suecia, descubrió que una mujer que ha experimentado al menos una migraña durante el año tiene más probabilidades de sufrir una cefalea estimulada por el agua fría que una que nunca tuvo migrañas.

Tres años después, en 2004, el neurólogo turco Macit Selekler estudiaba pacientes que habían sufrido migraña y dolores de cabeza por tensión.

Entre otros test, les hizo pasar "la prueba del hielo".

Así que los pacientes tuvieron que sostener un cubito de hielo con la lengua y presionarla contra el paladar.

Como resultado, el 60% de ellos sufrió dolor de cabeza, y el 80% de estos pertenecían al grupo de los que habían tenido migraña y sólo el 20% al que tuvieron cefalea por tensión.

Entre el paladar y el cerebro

La neuróloga taiwanesa Jong-Ling Fuh también descubrió un patrón similar entre los adolescentes de Taiwán.

Ella y sus colegas llevaron a cabo un sondeo entre 9.000 jóvenes de entre 13 y 15 años.

Los resultados revelaron que un 40% de ellos habían experimentado cefaleas del helado, y la prevalencia era un 15% mayor en aquellos que sufrieron migrañas.

Fuh sospechó, al igual que lo habían hecho otros investigadores, que la relación entre ambos tipos de dolor de cabeza tiene que ver con las dinámicas del flujo sanguíneo entre el paladar y el cerebro.

Así, aunque los científicos siguen tratando de desentrañar los secretos neurológicos y vasculares de este fenómeno, al menos hay un par de cuestiones que son más claras ahora.

Un físico de la Universidad de McMaster, en Ontario, Canadá, llevó a cabo un estudio con su hija y las compañeras de clase de ésta.

Descubrió que era más probable que las adolescentes a las que hizo engullir un helado en cinco segundos sufrieran dolor de cabeza inmediatamente después que aquellas a las que les dejó comerlo a su ritmo.

Y esto sugiere que la velocidad del estímulo frío también tiene que ver con la probabilidad de sufrir esta cefalea.

También hacer surf y patinar

Por otro lado, otros estudios dejan claro que no solo los helados y las bebidas frías pueden provocar este dolor.

Hacer surf en invierno puede tener ese mismo efecto secundario, tal como experimentó el físico Mark Harries, del Centro Médico Olímpico de Reino Unido.

"Cuando era surfista era bien sabido que sumergirte bajo una ola a punto de romperse provocaba dolor de cabeza a la altura de la frente", escribió en una carta dirigida al editor de la British Medical Journal en 1997.

"El dolor dura 20 o 30 segundos y se agudiza con la siguiente ola".

Era una sensación similar al que experimentaba un patinador de 48 años al respirar el aire helado que emanaba la pista de hielo.

"Al parecer es el aire frío de la pista, el que pasa por el paladar tras ser inhalado, el estímulo del dolor de cabeza que sufre este paciente", especulaba la neuróloga australiana Stacey Jankelowitz en 2001.

Por suerte, había un remedio sencillo para ello.

"Parece que el dolor dura hasta que el estímulo es eliminado; esto es, cuando el paciente deja de patinar".

Sin embargo, Joseph Hulihan, de la Universidad de Temple, en Filadelfia, Estados Unidos, señaló hace unos 20 años que aquellos que sufren estas cefaleas no tienen por qué dejar de lado las actividades que lo provocan, ni dejar de comer helado.

Ya que es la parte más profunda del paladar, la blanda y húmeda, el punto de partida del dolor, los pacientes sólo deben limitar el contacto de las sustancias frías con ella.

"La mayoría de la gente empieza a aplicar esa medida preventiva antes de cualquier consejo médico", dice.

"Abstenerse de comer helado no es necesario".

Fuente/globovision.com / bbc.com

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