Los profesionales afirman que cuando alguien miente y sabe que lo está haciendo, siempre existen señales que lo delatan. Aprenda a descubrir cuáles son.
Los acontecimientos que involucraron al deportista estadounidense Ryan Lochte, quien inventó una historia sobre un robo en una gasolinera en Río de Janeiro, han sacado a relucir una de las conductas más desagradables del ser humano. Muchos creen que la mentira es algo muy difícil de detectar, pero para otros se trata de un impulso fácilmente reconocible.
Métodos de investigación revelados por especialistas
El experto criminalista Joe Kenda trabajó en el Departamento de Policía de Colorado Springs y ahora conduce un programa de investigación en la televisión. Según un artículo publicado por la BBC, Kenda asegura que la mayoría de la gente que miente "tiende a no ser muy buena haciéndolo" y sugiere varias técnicas que ayudan a descubrir cuándo una historia es en realidad un engaño.
"Si me dices algo fuera de lo común, eso me va a llamar la atención", afirma el experto, quien recomienda discutir cada detalle de una historia relatada y denomina a este método como la 'técnica Columbo', en referencia a la famosa serie televisiva en la que el detective insiste con preguntas que aparentan ser inofensivas. Kenda afirma que "las personas no pueden recordar todo lo que dijeron o lo que hicieron, cuando lo que dijeron o hicieron es una invención". Por ello, preguntas detalladas sobre un acontecimiento específico pueden revelar elementos que demuestran el engaño.
Las señales corporales que delatan al mentiroso
Cuando alguien miente y sabe que lo hace, siempre existen señales que lo delatan. Un pequeño guiño, una pequeña pulsación de la carótida o una mirada fugaz, podrían revelar que el interlocutor está mintiendo. "No te miran directamente, miran alrededor, miran a otros sitios, miran por encima de tu hombro o por encima de tu cabeza. O a través tuyo, pero no directamente a ti". Estas son, según el experto, algunas señales para descubrir a un mentiroso.
Pero no solo las palabras que pronuncia un interlocutor pueden esconder hechos falsos, sino también su forma de actuar. Según el portal argentino iProfesional, son varias las señales corporales que delatan a las personas que mienten. Cambiar la posición de la cabeza rápidamente cuando se le hace una pregunta, respirar más intensamente, encogerse de hombros o hablar con un tono más grave, son actos que pueden traicionar al mentiroso.
Repetir palabras o frases es otra de las técnicas para engañar, algo que permite ganar tiempo mientras se guarda lo que se piensa. También los son tocar o taparse la boca, cubrirse partes del cuerpo como la garganta o el pecho, o mirar fijamente sin pestañear.
El arte de mentir
A pesar de esto, existen personas que son buenas para mentir, aunque la mayoría de ellas únicamente son capaces de manifestar ira. Los mentirosos muchas veces se ponen a la defensiva, señalan a otros e intentan atacarlos para apoyar su engaño. No importa cuán importante, famoso o experimentado sea, el mentiroso, siempre deja pistas que delatan su verdadera intensión.
La mentira puede convertirse en algo patológico, una adicción conocida como mitomanía. Se trata de una forma de cómo las personas intentan llamar la atención de los demás, un desorden psicológico que puede ser superado. Pero para ello, primero se debe detectar quién intenta engañarlo, quizás, utilizando las técnicas aquí descritas.
Fuente/actualidad.rt.com