Exagentes de la CIA comparten seis maneras de saber si alguien nos está mintiendo

Publicado: 31 de Mayo de 2016 | 02:08 p.m
Tres exagentes de la CIA destilan sus habilidades profesionales en el libro 'Espía la mentira', donde revelan, entre otras cosas, seis señales que una persona nos da inconscientemente para detectar si nos está mintiendo.

Saber detectar si alguien nos miente es una habilidad muy útil tanto en la vida profesional como en la personal, consideran Philip Houston, Michael Floyd y Susan Carnicero, los autores del libro. A continuación les presentamos un resumen que, con la práctica, le ayudará a saber si un colega, su hijo o su pareja le está diciendo la verdad. 

1. Pausa conductual o retraso 
Cuando usted le hace una pregunta a una persona es muy importante prestar especial atención a la pausa que hace antes de contestar, ya que esos segundos son un indicador para saber si la persona va a mentir o a decir la verdad. Aunque esta pausa conductual depende de muchos factores, con la práctica le podría ayudar a detectar mentiras. 

Los autores plantean el siguiente ejercicio: preguntar a un amigo sobre lo qué había él en esta fecha hace siete años. Sin duda, su amigo hará una pausa antes de responder y es probable que sea incapaz de ofrecerle una respuesta. Después pregúntele si en esta fecha, hace siete años, lo asaltaron en una gasolinera. Lo más probable es que no haya pausa y que su amigo responda inmediatamente: "¡No!". 

2. Desconexión verbal / no verbal 
Nuestro cerebro está diseñado de tal manera que hace que nuestro comportamiento verbal y no verbal coincida de forma natural. Así que cuando hay una desconexión se puede considerar que existe un indicador engañoso potencial. Una desconexión verbal / no verbal común que se debe tener en cuenta es cuando una persona asiente afirmativamente mientras dice "no", o gira la cabeza de lado a lado mientras dice "sí". Una persona que intente engañarle puede cometer este error sin siquiera pensar en ello. 

No obstante, hay un par de advertencias a este indicador: la cabeza de una persona puede hacer un movimiento de inclinación cuando dice "no", algo que en algunas ocasiones refleja un simple énfasis; y en segundo lugar, es importante tener en cuenta que en algunas culturas, un movimiento de la cabeza de lado a lado no significa "no", y viceversa. 

3. Ocultar la boca o los ojos 
Intentar ocultar la boca o los ojos puede ser un indicador de que se está también ocultando la verdad, por lo que hay que prestar atención a si la mano de una persona pasa delante de su boca mientras está respondiendo a una pregunta. Del mismo modo, si una persona protege sus ojos mientras está respondiendo a una pregunta, lo que bien podría estar indicando, en un nivel subconsciente, es que no puede soportar ver la reacción a la mentira que está diciendo. Este blindaje se puede realizar con una mano, o la persona podría incluso cerrar los ojos. Los exexpertos de la CIA apuntan que este indicador no se refiere al parpadeo, pero sí aconsejan fijarse en si una persona cierra sus ojos al tiempo que responde a una pregunta, pues, según ellos, es un indicador de mentira 

4. El carraspeo 
Si una persona se aclara la garganta antes de responder a la pregunta, es un problema potencial. Si lo hace después de responder, no es significativo, pero si lo hace antes de responder, algo puede estar pasando. Podría estar haciendo el equivalente no verbal de lo verbal "lo juro por Dios...", es decir, viste a la mentira con su mejor traje antes de presentárnosla. Hay que notar también si la pregunta podría haber creado un aumento en la ansiedad, que puede causar incomodidad o sequedad en la boca y la garganta. 

5. Manos por la cara 
Es necesario observar lo que una persona hace con su rostro o con la cabeza al tratar de responder una pregunta. Es posible que se muerda o se pase la lengua por los labios, o se toque con las manos los labios u orejas. Esto indica que la pregunta ha creado un aumento en la ansiedad por mentir por lo que el sistema nervioso se activa para disipar esa ansiedad, drenando sangre de las superficies de la cara, las orejas y las extremidades, lo que, a su vez, puede crear una sensación de frío o picazón. Sin que la persona ni siquiera se dé cuenta, sus manos se sentirán atraídas hacia esas áreas. Un indicador que nos advierte de que algo no va tan bien. 

6. Gestos 
Al responder a una pregunta un hombre mentiroso podría ajustarse la corbata o los puños de la camisa, o tal vez las gafas. Una mujer falsa podría ponerse algunos mechones de pelo detrás de la oreja o enderezarse su falda. También pueden secarse el sudor de la frente cuando responden a una pregunta. Muchas veces cuando uno hace una pregunta, nuestro interlocutor mentiroso de repente nota que el teléfono no se enciende de la manera correcta, el vaso de agua está demasiado cerca, o el lápiz no está en el lugar correcto. 

¿Por qué mentimos?: Psicólogos hallan la respuesta

La mayoría de la gente recurre a la 'mentira piadosa' para referirse a su nivel de educación y bagaje cultural, según los resultados de la encuesta realizada en Reino Unido en vísperas de la sexta temporada de la serie norteamericana 'The Big Bang Theory'. 

La necesidad de parecer especialista en todas las áreas obliga al 53% de los encuestados a usar indicadores sociales de la intelectualidad como las gafas o trajes formales. 

El 52% en su desesperada persecución de una imagen refinada adorna sus estantes con libros que nunca ha leído, entre los cuales destacan 'Guerra y paz' de León Tolstói,  '1984' de George Orwell y 'Grandes esperanzas' de Charles Dickens. El 11% miente sobre su puesto de trabajo y rango profesional. 

Según los científicos británicos, fingimos ser intelectuales para parecer más atractivos sexualmente a las parejas potenciales. Dos tercios de los encuestados afirman que los atrae el intelecto, y el 70% dice que prefiere la inteligencia a la belleza de su pareja. 

“Las investigaciones demostraron que el intelecto vuelve a ser sexualmente atractivo como nunca antes, y muchos de nosotros realizamos enormes esfuerzos para causar la impresión de que somos más inteligentes de lo que realmente somos”, explica el especialista en psicología del comportamiento Jo Hemmings.  

En el 'grupo de riesgo' se encuentran temas como literatura, vinos, cine de experimentación o películas en lenguas extranjeras y erudición.  

La mentira y el lucro van de la mano: ¿Qué personas son más propensas a engañar?

Un estudio del economista Jason Childs, de la Universidad de Regina (Canadá), descubre los factores que influyen en la probabilidad de mentir cuando hay dinero de por medio y pone al descubierto los rasgos de personalidad de los más proclives a ello.

En el experimento participaron estudiantes matriculados en la asignatura de Introducción a la economía que, después de proporcionar información biográfica básica, fueron divididos en parejas, después de lo cual se les asignaron papeles de "remitente" y "receptor".

A los remitentes les dijeron que cada pareja recibirá un total de dos pagos: de 5 y 15 dólares en algunos casos, y de 5 y 7 dólares en otros. Ellos recibirían una de las cantidades, mientras que los receptores se quedarían con la otra. Después les pidieron que enviaran un mensaje al receptor, que se encontraba en una sala cercana, informándole de qué cantidad era mayor. El receptor, probablemente, optaría entonces por quedarse con la parte más lucrativa, dejando al remitente con la cantidad más pequeña.

¿Pero quién miente más cuando hay lucro de por medio? "Encontramos que el sexo, la edad, el promedio de calificaciones, la deuda estudiantil, el tamaño de renta, el nivel socioeconómico y el tiempo promedio dedicado a la religión no estaban relacionados con la decisión de mentir", dijo Childs citado por la revista ‘Pacific Standard’.

Los más propensos a mentir resultaron ser:

- Los estudiantes de administración de empresas. "Podría ser que estos estudiantes son más propensos a la mentira por naturaleza o por formación", escribe Childs. "También podría ser que los individuos fuertemente motivados por las ganancias financieras y, por lo tanto, más propensos a mentir por una recompensa monetaria, tienen más posibilidades de obtener una formación en los negocios", agrega.

- Estudiantes de padres divorciados. Tal vez crean que, como han sido engañados y frustrados por no tener una infancia feliz, está bien mentir.

- Aquellos para quienes la religión era lo más importante de su vida. "Esto es sorprendente", reconoce Childs. Según él, como la mayoría de las religiones suele "promover la honestidad como una virtud", los "estudiantes para quienes la religión era importante, quizás, se sientan ajenos a otros estudiantes de esta universidad" y, por lo tanto, se sienten menos obligados a ser honestos con ellos.

Fuente/actualidad.rt.com

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