Este viernes
Publicado: 05 Abril 2013 | 06:13 p.m.
Este viernes, a un mes de la trascendencia del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, personas provenientes de distintos lugares del país forman una fila en las afueras del Cuartel de la Montaña, en el 23 de Enero, para entrar al recinto y rendir tributo al Comandante.
En la cola se encontraba Luis, un hombre que prefiere decir su segundo apellido: "Chávez", antes que el primero, quien padeció los estragos del la vaguada de Vargas de 1999 y fue dignificado por la Revolución Bolivariana con una casa el estado Táchira, desde donde se vino a Caracas para visitar al Comandante.
"Por culpa e' Chávez tenemos casa, por culpa e' Chávez tenemos educación, por culpa e' Chávez tenemos trabajo, tenemos patria", dijo, de forma jocosa. Actualmente es trabajador del Ministerio de Educación, pertenece al consejo comunal El Rincón de La Vega y milita en el Frente de Educadores del estado Táchira.
"Vengo a verlo porque quiero darle la gracias por lo mucho que me ha dado: sabiduría, estudio, trabajo, poder popular. En verdad te lo digo: El cariño hacia el Comandante, eso se lleva con orgullo y dignidad. ¡Que viva Hugo, carajo!", apuntó.
También, del Colectivo Capacho Libertad de Táchira, Marco Conopoy llegó con un grupo de 70 educadores para visitar el Cuartel de la Montaña. Él trabaja en un instituto de educación especial privado y destaca que está "rodilla en tierra con el Comandante y con la Revolución".
"Venimos a dar nuestro juramento y nuestra lealtad suprema a nuestro líder invicto", apuntó Conopoy e insistió en la unión y la lealtad al proyecto bolivariano.
Juan Román, del Frente Campesino Simón Bolívar, era uno de los primeros de la larga fila y se reivindica como eso, campesino, y lanza con orgullo que las tierras hoy son de quien las trabaja. "Los latifundistas nos las habían quitado, la revolución nos las devolvió y hoy las tenemos y hay seguridad y soberanía alimentaria".
Abajo, antes de llegar a la empinada que lleva al Cuartel, está la Capilla Santo Hugo Chávez, que instaló la comunidad del 23 de Enero para que las personas coloquen ofrendas al Comandante. Allí estaba Iris Coromoto Jiménez.
Ella vive en una casa rosada que está al frente de la capilla y todos los días, antes de enrumbarse a su trabajo, pasa a saludar al Comandante. "Le doy las gracias ahora por lo que dejó y por lo que sigue". ¿Qué le toca a los venezolanos? Seguir luchando y seguir adelante", expresó.
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