Socialista Sur Noticias

El desafío de legalización de los narcóticos en EEUU

entro en vigor una enmienda a la ley, por la que se autoriza a los habitantes de los EE.UU el consumo de marihuana. con esta ley no tendrán MORAL para relacionar con DROGAS y hasta con el mismo Narcotrafico, a Países como: Venezuela, Bolivia y Ecuador o, cualquier otro País del Mundo 

Publicado: 7 dic 2012 | 02:04pm

En el Estado norteamericano de Washington entró en vigor una enmienda a la ley, por la que se autoriza a los habitantes el consumo de marihuana.

Esta norma fue aprobada en noviembre, durante un referendo que se celebró, simultáneamente, con las elecciones a presidente. Así las cosas, Washington es el primer estado del país en el que se legaliza el consumo de cannabis. Es verdad que, desde 1998 estaba autorizado en el estado el consumo de marihuana con fines estrictamente médicos.

El hecho parece revolucionario, solo a primera vista. En realidad, reviste toda una maraña de contradicciones. Según un despacho del corresponsal de La Voz de Rusia, Roman Mamonov, es considerada legal una porción muy pequeña de marihuana, de veintiocho gramos, la que puede ser fumada solo en casa. Además, hay que saber comprarla también. Y ello porque, nadie ha abolido todavía el castigo por la producción y venta de drogas.

En tanto, la liberalización de la ley suscita incomprensión en los combatientes rusos de las drogas. Nikolai Tzvetkov, subdirector del Servicio Federal Antidrogas, definía la consulta convocada en el Estado de Washington de una postura irresponsable, que linda con la locura de una parte de la población. Al paso le sale la Comisión Internacional contra la drogadicción, que encabeza el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan. Ella considera que, la legalización de la marihuana reportará mas provecho que la dispendiosa guerra contra su propagación. La Comisión de Annan constata que, ha sido ya perdida la guerra mundial contra el narcotráfico. Aunque los estados invierten recursos considerables en el combate a las drogas, es imposible dar un vuelco a la situación, debido a que existe una demanda estable. Por consiguiente habrá siempre oferta también.

Los médicos enturbian también al cuadro. Hace unos cinco años, en Gran Bretaña fue publicada una nueva versión de la clasificación de las drogas por el grado de nocividad. El primer lugar fue conferido a la heroína, secundada por la cocaína. El alcohol se ubicaba en ese listado en el quinto reglón, el tabaco, en el noveno, y la marihuana, en el décimo primer puesto. Aquello fue, en general, poco menos que el argumento principal que esgrimen los partidarios de su legalización: el alcohol causa un daño considerablemente mayor a la sociedad que esta hierba. El primero es vendido, libremente, y en cantidad ilimitada, aunque en estado de ebriedad se comete la mayoría abrumadora de los actos de violencia doméstica. Tal interpretación de los hechos encuentra comprensión y eco, incluso, en personalidades de la cultura, y en general en personas emblemáticas de la sociedad. Partidarios de la legalización son, en particular, Sting, Arnold Schwarzeneger, Mick Jugger, Carlos Santana y Michael Douglas. La postura de ellos tiene su explicación, señala Igor Jojlov, del Instituto de Economía Mundial y de relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias, y experto en narcotráfico:

—Ocupándome durante largo tiempo al estudio del movimiento de los partidarios de la legalización de la drogas de la familia del cannabis, en particular de la marihuana, del hachís, me topaba con el hecho que, estas personas que propagan esto son, en un buen grado, ingenuos. Son de la generación adulta, personas influyentes en la política cuya juventud transcurrió en los años sesenta, en los ideales de Woodstock, de la cultura de los hippies: ellos no ven un peligro en la propagación de la marihuana porque proyectan su juventud de los años sesenta a la situación actual. Naturalmente que la situación presente es totalmente distinta. Existen focos de producción masiva de drogas opiáceas duras. Y la marihuana es la puerta es la puerta que lleva al mundo de los narcóticos pesados. La situación es muy diferente de la de los años sesenta.

La marihuana ha sido considerada, tradicionalmente, símbolo de la libertad individual, de la protesta política y de la independencia frente a la autoridad. Ella devino, además, una marca comercial, con una envoltura romántica alegre. Como expresara un conocido científico estadounidense, se ha escrito mucho sobre los horrores que nos esperan si los narcóticos siguen siendo proscritos. Pero, es muy poco lo que se ha escrito sobre los horrores que pueden venir si las drogas llegan a legalizarse.