La madre de todas las batallas contra las ratas del Atlántico Sur








Tres helicópteros, un buque, cientos de toneladas de equipo y un grupo de expertos británicos partirán en breve rumbo al Atlántico Sur con una misión sin precedentes: llevar a cabo el mayor proyecto de erradicación de roedores del mundo.

El objetivo es salvar uno de los santuarios más espectaculares de aves marinas, en la mayor isla del archipiélago de las Georgias del Sur.
Los roedores llegaron al lugar en siglos pasados en barcos balleneros pero la explosión en su población está teniendo efectos catastróficos en las aves.
Las ratas son depredadores implacables: no sólo comen los huevos de albatros, petreles, pipits y otras especies, sino que matan sus pichones consumiendo sus ojos y cerebro.
El proyecto de erradicación es urgente, según sus responsables. Hasta ahora las diferentes colonias de ratas en la isla han permanecido aisladas por glaciares, una barrera natural que no han logrado superar. 
Pero los glaciares se están reduciendo por el cambio climático a un ritmo acelerado. Si las colonias de roedores se unen ya no será posible atacar cada población por separado y ,según los expertos, la erradicación será imposible.

Santuario de aves

El archipiélago de las Georgias del Sur, un territorio bajo administración británica en disputa con Argentina, se encuentra unos 1.300 kms al sureste de las Islas Falkland o Malvinas.
El proyecto de erradicación se centrará en la isla mayor, denominada Georgia del Sur o San Pedro, que tiene una extensión promedio de 160 km de largo y 30 km de ancho.
El archipiélago alberga "una de las mayores concentraciones de aves marinas del planeta, debido a las aguas ricas en nutrientes provenientes de la Antártida que se mezclan zona con las aguas más calientes del norte", le dijo a BBC Mundo John Croxall, Director del Programa de Aves Marinas de la ONG británicaBirdlife International y uno de los asesores científicos del proyecto.
"Debido al movimiento de esas aguas ricas en recursos hay una gran abundancia de peces y mucho alimento para las aves".
En la isla se encuentran nueve de las 18 especies de pingüinos, incluyendo cerca de 400.000 parejas de pingüinos rey en reproducción. También llegan al archipiélago cuatro especies de albatros, págalos, patos, decenas de especies de petreles y el ave cantora más austral del mundo, la cachirla de Georgia del Sur.

Invasión nefasta

El capitán Cook llegó a las islas en 1775 y sus reportes sobre la abundancia extraordinaria de focas y ballenas atrajo en pocos años buques y estaciones balleneras. En el momento de actividad más febril las islas albergaron una población de dos mil personas.
Las estaciones balleneras abandonadas y en ruinas son ahora apenas testimonio del pasado y el mayor atractivo de las islas es su vida silvestre, un imán para cerca de 7.000 turistas cada año.
Pero los buques balleneros que arribaron a estas costas en los siglos XVIII y XIX dejaron un legado que demostró ser nefasto: las ratas que han vivido en las islas durante 200 años y hoy están acabando con las aves marinas.
Luego de una primera experiencia piloto de erradicación en 2011, la segunda fase a gran escala se iniciará en el verano austral. Los expertos partirán en enero y la matanza comenzará en marzo.

Cebos letales

El plan es impulsado por la Fundación para la Restauración del Hábitat de Georgia del Sur. El proyecto, que tendrá un costo cercano a los US$10 millones, es financiado por donaciones del gobierno británico, fundaciones y contribuciones individuales de miles de pasajeros de los cruceros que llegan a las islas.
La embarcación RRS Ernest Shackleton transportará a las Georgias del Sur más de 200 toneladas de cebos con un anticoagulante letal para las ratas. Los cebos, con un tamaño y color específicos para que resulten poco atractivos a las aves, serán lanzados desde grandes recipientes que penden de helicópteros. Un monitoreo por GPS asegurará que los cebos caigan en todo el territorio, de forma que "ninguna rata quede sin consumir uno", según le dijo a BBC Mundo Tony Martin, director del proyecto de erradicación y profesor de conservación animal en la Universidad de Dundee.
"La única forma efectiva de erradicar roedores en una isla del tamaño de Georgia del Sur es hacerlo por aire y usaremos los tres helicópteros para lanzar los cebos en vuelos de precisión", afirmó Martin.
El equipo de 25 personas cuenta con ingenieros, médicos y biólogos, cuyo campamento móvil será transportado por helicópteros de un segmento a otro de la isla. Si sólo una rata preñada sobreviviera, advierten los científicos, ello sería suficiente para poner el peligro el éxito del proyecto.

"Millones de aves"

Martin y sus colegas admiten que también morirán inicialmente cientos de aves, que consumirán cebos o ratas muertas. También deberá sacrificarse la población de ciervos que fue transportada por balleneros noruegos.
Pero los beneficios a largo plazo no tienen comparación, según los responsables del proyecto.
"Esperamos que las aves regresen a la isla y las poblaciones se repongan. Estamos hablando de decenas de millones de aves en los próximos años y décadas", le dijo el director del proyecto a BBC Mundo.
Martin confía en el éxito de la iniciativa. La fase piloto cubrió el año pasado 128 km cuadrados aislados por glaciares y logró erradicar por completo las ratas en ese sector.
La fase segunda cubrirá 580 km cuadrados y se espera que el proyecto continúe con actividades de monitoreo hasta 2014.
Las autoridades de la isla se han comprometido además a establecer controles estrictos para evitar la llegada de nuevos roedores en buques y cruceros.

Carrera contra el tiempo

El proyecto en Georgia del Sur podría ayudar a enfrentar situaciones similares, según Martin.
"Muchas islas en el mundo tienen problemas parecidos. Hay otro sitio en el Atlántico Sur, la isla Gough, donde no se trata de ratas sino ratones, que están comiendo bebés de albatros. Es algo increíble, un pequeño ratón que no pesa más de 20 gramos mata un pichón enorme, y lo hace en una forma horripilante. Ingresan por su ano y los van comiendo por dentro. Y el pichón simplemente se queda en su nido. Estas especies evolucionaron en ausencia de mamíferos y los pichones no saben qué hacer ante estos depredadores", explicó el experto.
"La Real Sociedad para la Protección de Aves, RSPB, está haciendo preparativos para ir allí a erradicar los ratones y nuestra experiencia puede ser útil".
El proyecto en Georgia del Sur es una carrera contra el tiempo, según los científicos. El 97% de 103 glaciares costeros se han reducido desde la década del 50. Diez glaciares se han retirado más un kilómetro en las últimas cinco décadas.
Para John Croxall, "si no se hace nada ahora los glaciares se retirarán y las ratas ingresarán a todas las áreas, prácticamente eliminando las aves pequeñas y medianas. La supervivencia de estas poblaciones de aves está en riesgo".
Por su parte, Tony Martin asegura que disfruta los desafíos. El que tiene ahora entre manos es gigantesco, pero el experto en conservación animal se muestra confiado.
"Lo más triste es que en los pocos más de 200 años desde que se descubrieron las islas los seres humanos, al introducir ratas, han destruido gran parte del ecosistema", le dijo Martin a BBC Mundo.
"Ahora tenemos una oportunidad única de revertir dos siglos de destrucción y hacer que millones de aves regresen a su hogar ancestral".








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