La difteria, según señalan los registros históricos, era la décima causa de muerte en el mundo a principios del siglo XX. Sin embargo, los índices de contagio y mortalidad disminuyeron con la vacunación, específicamente la llamada DTaP. Sigue leyendo y conoce cuáles son los cuadros principales y cómo prevenirla.
Su nombre deriva de una palabra griega que se traduce como “membrana” o “cuero”. Y es que esta enfermedad infecto-contagiosa aguda es causada por la toxina que produce la bacteria Corynebacterium diphtheriae; la cual produce falsas membranas que se adhieren a la piel y a toda superficie mucosa, como: membranas de la nariz, garganta, amígdalas, vías digestivas, fibras nerviosas, conjuntivas (ojos), zona genital y miocardio (corazón).
Estas inflamaciones de color blanco-grisáceo o negro, llegan a ser visibles y pueden comprometer la respiración hasta producir la asfixia. Los niños menores de cinco años y los adultos mayores de sesenta son los grupos a los que afecta con mayor frecuencia.
Difteria: Factores de riesgo
Considerada por la Organización Mundial de la Salud como una patología endémica, las regiones en las que sigue presente son África, Medio Oriente, Suramérica y ciertas islas del Pacífico. Ahora bien, hay factores como la mala salubridad, hacinamiento, deficiencia de vacunas e higiénicas que incrementa el riesgo de contagio.
Éste se produce a través de las secreciones o el contacto directo con las gotas que se liberan al toser o estornudar. Además del caso de una persona enferma a una sana, también se puede dar el caso de infección de alguien que porte la bacteria de forma sintomática a una libre de ésta.
Principales síntomas
Si bien el lapso de incubación suele de de 2 a 5 días, la difteria tiene síntomas similares a una gripe, entre ellos:
Malestar
Tos
Fibre
Dolor en la garganta
Inflamación de los ganglios del cuello
Ronquera
Exudaciones grisáceas (mucosidad)
Escalofríos
Dificultad para respirar
Tratamiento
Desde las primeras sospechas, la difteria debe ser tratada con urgencia, pues llega a evolucionar muy rápido. Luego de confirmarse el diagnóstico, a los pacientes se les administra una antitoxina por intravenosa. También se complementa con antibióticos como la penicilina y refuerzos de las vacunas.
Los cuadros más graves requieren aislamiento y monitoreo las 24 horas en cuidados intensivos. Entre las medidas que se pueden adoptar para prevenir la difteria está el lavarse las manos frecuentemente, así como cubrirse la nariz y boca si alguien estornuda cerca. Debe evitarse a toda costa el tocar sin guantes protectores alguna lesión cutánea o en las mucosas.
Fuente/ve.emedemujer.com
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