Publicado: 28 Febrero 2013 | 01:48 a.m.
Las contradicciones entre miembros del Gabinete del presidente Barack Obama sobre el tema migratorio llevaron hoy a la renuncia de un funcionario de alto rango del Departamento de Seguridad Interior. Gary Mead, quien está a cargo de las operaciones contra los indocumentados en la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), informó este miércoles a sus subordinados que abandonará su puesto a finales de abril próximo.
El hecho se produjo después que la Casa Blanca se distanciara de la reciente liberación de centenares de inmigrantes ilegales detenidos, debido a la amenaza de recortes de fondos que comenzarán a entrar en vigor el próximo viernes.
El portavoz presidencial, Jay Carney, afirmó hoy que el Ejecutivo no influyó en la adopción de esa medida y aclaró que sólo afectará a prisioneros de bajo riesgo, que se supervisarán con métodos menos costosos, para asegurar que los niveles de detención se mantengan en el marco del presupuesto de las autoridades migratorias.
A pesar de que se les eximió del régimen de encierro, esos individuos siguen sujetos a procedimientos de expulsión del país y se mantendrán en reclusión los acusados de delitos graves, añadió el vocero.
La cadena televisiva CNN aseguró este miércoles que la Casa Blanca ni siquiera estaba al corriente de la decisión de la ICE antes de hacerse efectiva, y tampoco lo sabía el Departamento de Seguridad Interior, agencia federal a la cual se subordina.
Las autoridades de inmigración justificaron la víspera esa medida ante la necesidad de prepararse para los recortes de 85 mil millones de dólares en el presupuesto federal que empezarán a aplicarse el 1 de marzo, si el Congreso y el Ejecutivo no alcanzan un acuerdo de última hora.
Al conocer la liberación de los ilegales, el presidente de la Cámara de Representantes y congresista republicano por el estado de Ohio, John Boehner, la calificó de indignante, y señaló que se pueden encontrar otros paliativos a los recortes presupuestarios sin excarcelar a criminales.
Unos 32 mil 800 extranjeros sin documentos están detenidos en 250 centros de reclusión en todo el país, pero se desconoce la cifra exacta de los que fueron liberados.
Durante la campaña para los comicios presidenciales de 2008 Obama prometió la implementación de una reforma migratoria integral para normalizar el estatus de 11 millones de indocumentados que residen en Estados Unidos.
Según datos oficiales, desde que el mandatario tomó posesión en enero de 2009 han sido deportados más de millón y medio de inmigrantes ilegales, y solo en el año fiscal 2012 se registraron 409 mil 849 expulsiones.
De acuerdo con encuestas recientes, alrededor de 80 por ciento de los votantes estadounidenses apoyan una reforma migratoria que permita a los indocumentados lograr la ciudadanía.
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